jueves, 29 de octubre de 2009

Ricardo Arjona el hechicero



El despliegue de galantería arriba del escenario le pareció abundante por demás. Embobada por ese derroche de ternura envasada en canciones, una joven meneó la cabeza y se puso seria. "¿Por qué es tan hermoso?", gritó, como protestando, a una amiga que le sonreía a su lado. "No, en serio, ¡no puede ser tan hermoso! Incluso así, todo transpirado y sin afeitarse", insistió, con el entrecejo fruncido por la emoción.

La impresión de la muchacha encontró eco en las miles de personas que asistieron el martes al recital de Ricardo Arjona, en el club Central Córdoba. Especialmente en las mujeres, por supuesto. Como si esos cientos de corazones necesitaran ser seducidos (algunos vinieron desde Salta, Jujuy y Santiago del Estero), el guatemalteco armó un show para conquistar. Llenó el estadio de éxitos -muy pocas canciones no sonaron aún en las radios- y, cada tanto, improvisó diálogos embebidos de romanticismo. 

El sello del espectáculo fue, sin dudas, la empatía con el público. "Hay una enfermedad de la que todos se contagian y de la que ningún periódico habla: el mal de amores. Cuando a uno le agarra eso, le da por encerrarse, por extrañar y por mantener la esperanza de que a la otra persona le esté sucediendo lo mismo, ¿no es así?", inquirió Arjona, ante un mar de cabezas que asentían, cómplices. Con esas palabras, preparó el terreno para entonar "Te conozco". La ovación que lo festejó demostró que su mensaje surtió efecto.



El cantante se olvidó una valija en Tucumán

Además de haber dejado a 8.000 tucumanos, en su mayoría mujeres, con el corazón ardiendo, Ricardo Arjona dejó también una valija en Tucumán.

El dato refleja la premura con la que el artista y sus asistentes abandonaron su camarín tras el recital en el club Central Córdoba, para abordar el avión privado que lo llevó inmediatamente a Buenos Aires. Allí, el artista guatemalteco permanece alojado en una suite del fastuoso hotel Faena, en Puerto Madero.

Los promotores del recital en Tucumán comentaron que el esquema de seguridad y la organización en general funcionaron tal como fue planteada de antemano, aunque hubo que reforzar algunas áreas a último momento.

"Habíamos dispuesto que 50 agentes de seguridad privada custodiaran el vallado que dividía las plateas de las generales, y tuvimos que agregar 40 personas porque las mujeres empujaban demasiado mientras gritaban y lloraban", comentó uno de los responsables del área. Además, acotó que se habían colocado vallas nuevas, mucho más resistentes y difíciles de mover que las comunes. "Pero muchas veces es mejor trabajar con una banda del rock más pesado que con el público de artistas románticos", señaló la misma persona, que pidió que se mantuvieran en reserva sus datos por razones laborales.

Previa tumultuosa

También hubo algunos inconvenientes afuera del club una vez iniciado el recital de Arjona. "Hubo alrededor de 4.000 personas escuchando, pero el problema fue que algunas empezaron a empujar los portones de acceso, por lo que hubo que reforzar la seguridad", explicó la misma fuente.

Además, muchas personas se subieron a techos vecinos y a los semirremolques de los 10 camiones en los que se trasladaron las 25 toneladas de equipos del espectáculo. "Ahí hubo que interceder para que los camioneros y la gente que se trepaba no se agarraran a golpes", dijo. La valija de Arjona, en tanto, fue enviada a Buenos Aires por avión ayer a la mañana, sin que se conozca su contenido.


Fuente: La Gaceta