Asombro, histeria, gritos, rezos, oscuridad y un ruido incesante, son sólo parte del ambiente que viví el 27 de febrero a las 3:34 am.
Hace poco más de 1 hora había finalizado el Festival de Viña, La Noche (un grupo de cumbia nacional) y Ricardo Arjona se habían presentado ante el "mostruo", este último se había coronado como el soberano absoluto de la Quinta Vergara. Luego de haber escuchado el show, me acosté esperando que el sábado llegará rápido ya que subiría nuevamente al "5to Piso", pero sin pesar que en los próximos minutos otra historia se iba a contar.
Empieza a temblar, me despierto y como siempre me acomodo de vuelta, ya que no les tenía mayor temor. Sin embargo, el piso ruge, siento que mi casa se mueve de un lado a otro (peor que un barco en un tormentoso mar), libros cayéndose, cuadros también, gritos de mi familia acompañaban una imagen indescriptible de esa madrugada. Desciendo al primer nivel en plena actividad del terremoto para unirme con mis padres y hermanos. Mamá rezándo, hablando para saber si estamos todos. Nos ponemos bajo un arco en el patio y vemos la furia del sismo, los autos saltaban y el suelo no quería dejar de moverse, pasaban y pasaban los segundos y todo seguía tomando más y más fuerza. Luego de 2 minutos de incesantes sacudidas todo se detiene. Miro si todos estan bien, y vemos los desastres.
Salimos de la casa todos en pijama. Los vecinos llorando, niños pidiendo a sus papas, y nadie creyendo lo que habíamos vivido hace instantes. Escuche varias despedidas, ya que todos pensábamos que era ese nuestro último respiro. De inmediato me conecto a internet por medio del celular y leo en un sitio TERREMOTO DE 8.8 GRADOS AZOTÓ A LA ZONA CENTRO-SUR DEL PAÍS. No podría creer que había sobrevivido a ese tremendo remezón.
Al rato todo se transformó en una psicosis, llamar era inútil, no había luz, las alarmas de los autos y de las casas sonaban sin parar y los perros con sus ladridos parecían delatar que esto no se detenía. Al minuto ... réplicas. Entrar y salir de la casa era casi una costumbre durante esa noche.
Luego, las preocupaciones nos envolvieron. Nos sentámos en el sillón y empezamos a pensar en nuestros familiares. Agarramos el auto 5 am y salimos a ver que podíamos hacer por ellos, por suerte la situación no les dejó mayores daños. Volvimos a casa y nos dimos cuenta que ésta había resistido de manera perfecta, ni un daño y lo que estaba en el suelo era mínimo.
Después de deambular y calmar los ánimos, nos colocamos todos en una misma pieza, agarramos una linterna, armamos bolso, dejamos el auto listo, por si toda esta tragedia volvia. Optamos por acostarnos todos juntos, cerrabamos los ojos, pero la verdad es que nadie podia dormir, las réplicas insistían en prohibir el sueño.
Horas más tarde la luz volvió, los noticieron cual vigilia no paraban de informar. Nos enteramos que hubo tsunamis en varias zonas del país, y que muchos lugares históricos y preciosos del Gran Chile ahora estaban en el suelo o bajo el agua.
El amanecer trajo aún más calamidades, gente sin hogar, saqueos, una lista interminable de muertos y desaparecidos, edificios partidos en dos y gente atrapada en él, y junto a todo eso más réplicas.
Hoy hay una cifra oficial 711 son las víctimas y eso es sólo el comienzo. Se decretó zona de catástrofe desde la V a la IX Región del país, y toque de queda en dos sectores trás saqueos.
Todo esto es sólo una pincelada del ambiente que vive Chile. La tierra hablo, pero mi patria es fuerte y también tiene una gran respuesta y que no se dejó esperar. Chile se une y se levanta, y va a luchar contra la naturaleza. Sólo puedo decir de lo orgullosa que estoy de mi nación y de que estoy segura que el punto final los pondremos nosotros los ciudadanos. Somos guerreros, y esta batalla es una más en nuestra historia.
FUERZA CHILENOS QUE EL PUEBLO SE PONDRÁ NUEVAMENTE DE PIE.
Fuente: La fotografía dio vuelta al mundo.
Fue tomada por alguien luego del tsunami.