LOS QUE CONFIAN... HABLAN MENOS
Con el café de la mañana, el matutino de rigor y una noticia inesperada amanecí el otro día en México, D.F. El Sr. Fito Páez habla de ANIQUILACION CULTURAL y me menciona. De forma sospechosa señala el inicio de este problema en su país casi de manera simultánea con el descenso claro de su capacidad artística, puesta a prueba en sus últimos trabajos. Quiere decir entonces que: SI LAS COSAS NO LE PASAN A EL, de manera automática pasa el mundo a ser responsable directo del fenómeno, YO, POR EL PECADO DE CUMPLIR CON MI TRABAJO Y LA CONVOCATORIA QUE ESTE GENERE, y otros POR LA PENA CAPITAL DE NO SEGUIRLE LOS PASOS, SINTOMA INELUDIBLE DE ANIQUILACION CULTURAL".
Todo un monumento a la arrogancia y a la prepotencia de este señor que cree que es suficiente fabricarse, después de su cereal y jugo de naranja por las mañanas, un disfraz de juerga y trasnoche para ser auténtico. Usa a Charly García, pilar fundamental de la música argentina y Latinoamericana como comparativo, cuando realmente lo que no soporta son las cosas que dejaron de pasarle a él. Es de una belleza épica el pánico que le representa entregar un nuevo trabajo musical a su propia gente.
Los discos están hechos para pelearlos señor Páez, no para suicidarse con ellos incluso antes de entregarlos con frases lapidarias como ANIQUILACION CULTURAL, que no es otra cosa que la predicción del propio autor al fracaso, pero al mismo tiempo la fabricación de la coartada perfecta y anticipada que le permite salir ileso si las cosas no van como espera, porque le quedará siempre la brecha corta y fácil de echarle la culpa a los demás. Es casi como enviar el slogan ¿QUIERE RECUPERAR LA CULTURA?.. VUELVA A ESCUCHARME. Puede ser que usted mismo se crea su farsa de intelectual osado, de erudito universal. Pero detrás de su arrogancia habita el irrespeto dictador de creerse dueño de las decisiones populares.
La música no pertenece a las competencias de atletismo donde se miden las capacidades contra reloj, esto es un asunto de gustos y de emoción. Ante los 5 sentidos de cualquiera que los tenga exactos, sus comentarios no serán mas que un alarde melancólico, viceral y resentido de alguien al que solo le queda hablar.