Cuando el pasado toca tu puerta lo primero que haces es extrañarte, y lo segundo, es abrir el baúl de aquellos recuerdos que aún están vivos en ti, pero que nunca pudiste cerrar como corresponde. Buscaste en tantas llaves alguna para decir esta es la precisa, pero siempre estaba la de aquella cajuela que sabias, que pese a tener otras, era la que te entregaba "la mezcla perfecta". A veces no hay tal cosa perfecta o ideal y es porque tú estas lleno de defectos e imperfecciones. No es la llave, sino que eres tú. Al darme cuenta de eso resultaba prioritario escribir una nueva hoja en tu diario, pero que empezará con las disculpas que te hicieran renacer, saber que te equivocaste mucho, pero que estas dispuesto a levantarte y mejorar primero por ti y luego por el otro. Cuando logre entender eso, vinieron esos sonidos "toc, toc" en tu puerta que dieron el primer paso de algo que debería haber hecho yo, pero así fue y es enriquecedor para el alma sentir que el perdón se hizo fáctico y que fue cuando pudiste ya comprender de tus caídas.
Este post va dedicado a esa persona que me enseño valores esenciales para la vida y que pese a mis fallas él estuvo ahí dándome una mano para superarlas y para llenarme de paz que, sin duda, lo necesitaba.
En este sitio, mi espacio y vuestro espacio, le doy las gracias por enseñarme algo propio de cada ser humano, que es el perdón. Gracias Lucas, si alguna vez lees esto infinitas gracias y de verdad perdóname sé que cuesta comprender, pero ya me siento con la conciencia plena para asumir esos problemas que son mios y no tuyos. GRACIAS por hacerme aprender cosas relevantes del presente, del pasado y del futuro. Sólo me queda desearte éxito en el nuevo rumbo que emprenda tu vida, que este llena de logros y de felicidad, que es algo que sin duda te mereces.
