domingo, 16 de noviembre de 2008

Contenido del Libro que viene incorporado en el disco 5to Piso




Yo nací en Cádiz, España en el año 1855. Me llamaba Juan Arjona. Mis padres fueron Don José Arjona y Doña Josefa Vartelo. Después de una vida sin rastro salvo por unos cuántos hijos, 2 novias y una esposa, morí de Tisis a los 37 años, y tres de mis hijos se hicieron al mar en busca de cualquier cosa. 

Nací de nuevo como Ricardo Arjona Fassen en 1891. Mi madre, Ana Figueroa, murió justo el día en que nací por complicaciones en el parto. La escasez y la muerte de mi padre me llevaron a un nuevo continente junto a dos de mis hermanos; llegamos a Guatemala, y meses después, uno de ellos de profesión payaso se dirigió al sur y jamás volví a saber de él; el otro se fue al norte, justo al sur de México y le perdí el rastro para siempre. No me quedó más que quedarme conmigo y con las continuaciones que de mí se fueran dando. Radiqué en Tecpán, Guatemala, y puse una panadería. Aurora era mi esposa y con ella concebí varios hijos, uno de ellos, Ricardo. Cuando Ricardo Arjona Moscoso cumplió los seis años, a mí me dio por morirme, y no me quedó más que empacar mis cosas y buscarme un lugar en el cuerpo de mi hijo para perdurar unos años más.

Viví en Tecpán, Guatemala, hasta los 15 años cuando fui a parar de interno en la escuela para maestros de la Alameda. Después de tres años, graduado y con ganas de conocer el mundo, un nombramiento del Ministerio de Educación me llevó a un pueblo llamado San Agustín Acasaguastlán, donde conocí a Mimi, una maestra empírica, guapa y alta con la que me casé años después por culpa de un accidente con nombre de mujer que hoy es mi hija mayor. Hoy, soy el tercer hijo de Ricardo y Mimi, nací en un pueblo que se llama Jocotenango donde mi padre fue maestro de la escuela por algunos años. No tuve una historia importante, nunca me destaqué en la escuela salvo por mis desórdenes de conducta y uno que otro gol en la liga escolar. A los ocho años mi padre me regaló una guitarra y me reencontré con Juan, mi bisabuelo español, que quiso ser músico hasta que la tuberculosis le arrebató la vida. Quizás fue por eso que cuando tuve el instrumento en mis manos fue como reencontrarme con mis ancestros, tan lejanos, inciertos y desconocidos como las profundidades del mar y del tiempo que nos separaron siempre. Hoy, podría abundar diciendo las cosas que dijeron tantas veces. Los discos que tengo, las canciones destacadas, los premios conseguidos y hacer una biografía lo suficientemente completa como para lucir, después de leerla, mucho más grande de lo que realmente soy. 

Es el 2008, soy el cuarto de los Arjona que habité, dos de ellos nacidos en el viejo continente y los últimos dos, Ricardo Arjona Moscoso y yo Ricardo Arjona Morales nacidos en Guatemala. Tengo una moto Harley que siempre soñé; tengo las deudas pagadas, por lo menos las del dinero; 14 discos unos mejores que otros y desde hace dos años vivo en un Quinto Piso que nunca habité. Desde allí, digerí cada una de las historias, las lloré, las reí y padecí como hacía muchos años que no lo hacía. 

Seguramente cuando me pregunten diré durante los próximos seis meses que este es el disco más importante de mi carrera, hasta que mi ego y sueños empiecen a volar hacia otra parte. Las 14 canciones nacieron de parto natural, como debe de ser; las cesáreas en esto de las canciones servirán para los autores de oficio y las necesidades del mercado. Soy Ricardo Arjona, estoy por cumplir casi 200 años y estoy feliz viendo la vida pasar desde este Quinto Piso. 

Fuente: www.prensalibre.com
Imagen: Página Oficial