Hablando con Ricardo Arjona sobre la importancia que tendrá su Fundación “Adentro” para los jóvenes de escasos recursos en el interior del país que sienten, o creen sentir, una vocación musical, se descubre a un niño con sueños de cantautor y temor por un futuro como docente. Un autodenominado rebelde que, al rechazar los deseos de su madre, se aleja cada vez más del mismo destino que acaeció a su padre y que, bajo la influencia de una amalgama musical, llegó a escribir su primera canción.
¿Qué habría sido de vos si no te hubieran regalado tu primera guitarra?
Es una buena pregunta y no tengo la menor idea de cuál sea la respuesta. Seguramente hubiese sido maestro, igual que mi papá. Yo, tocando la guitarra, tuve un motivador importante en la casa que fue mi mamá. Yo creo que sin ella hubiera sido difícil dedicarme a esto, pero no porque ella me incentivara a seguir con la música, todo lo contrario. Ella siempre insistió en que yo buscara un trabajo decente, entonces esto me motivó justamente para seguir adelante con la música. Afán rebelde de tratar de llevarle la contraria.
Tu fundación está relacionada con niños que de alguna u otra forma sienten vocación por la música. ¿Cómo era Arjona de niño? ¿Tu vocación fue natural o tardía?
Yo oía mucho a gente cantando en casa, desde siempre. Mi padre conquistaba a las muchachas de su pueblo en base a serenatas de guitarra y voz. Por lo mismo, en mi casa, mi padre siempre tocaba la guitarra. Pero no hubo insistencia de parte de nadie. Yo creo que a mí verdaderamente lo que me atrapó no fue tocar la guitarra, ni lo fue cantar, sino que fue escribir; cuando yo sentí que podía escribir algunas cosas y, luego, me daba cuenta del impacto que generaba cuando las decía… Eso fue lo que me atrapó. Más que cualquier otra cosa. Por supuesto el conducto de la guitarra era uno importantísimo. No me imagino diciendo cosas sin la compañía de la guitarra. Pero fue como una amalgama importante que a mí me atrapó y me gustó. Creo que esa fue la parte más importante de todo este asunto: que siempre me gustó lo que provocaba. Detrás de toda esta historia hay egos encontrados, deseos de aceptación, alguna timidez remunerada de la mejor manera que uno pretende, que es flechando del otro lado a través del trabajo que uno hace. Dejar de ser transparente en una reunión para pasar a ser un tipo que está ahí, después de cantar una canción. Todas estas cosas de alguna manera te gustan, y las provocás después.
¿A qué edad intentaste escribir tu primera canción?
A los 11 años. Era una canción sobre una vaca que simbolizaba la libertad, pero fijate que es lo único de lo que me acuerdo, porque ya ni me acuerdo de la melodía.¿Qué oías a los 11 años?Yo oía de todo, desde Los Beatles, por mis hermanas, hasta Sandro, por mi mamá. Por lo mismo, siempre tuve un oído para muchas cosas. Los cantautores vinieron por el lado de mi papá, por ejemplo. Entonces la música de moda estaba de los dos bandos, tanto la música de moda juvenil de ese tiempo: Beatles, Rolling Stones… Todo este tipo de cosas venían del lado de mis hermanas, que las dos me llevan cierta edad; y la música de cantautor, la más seria, los libros, la literatura… venían por parte de mi padre. Y mi madre me tenía al tanto de las baladitas del momento.
Por: L. Aceituno, M. Sandoval, A. de León