martes, 17 de agosto de 2010

Arjona construye un puente musical




Una paleta de tonos oscuros es la que enmarca a Ricardo Arjona junto a un viejo proyector, en el que se reflejan imágenes dramáticas con cubanos que parten de su tierra natal para buscar un destino diferente. Este minuto nostálgico es acompasado por un teclado que luego le abre el paso al ritmo caribeño para relatar la historia contrastante de dos niños. Con la frase “hay un cubano en La Habana vendiendo habanos prohibidos...”, Arjona presenta a un chico que inicia el día en una modesta casa a la orilla del mar. Cuando los timbales resuenan el mismo chico aparece en una vivienda de cristal rodeado de la mejor tecnología que le acompaña en su soledad. Al final del relato el protagonista busca romper las distancias para correr al encuentro de su homónimo y cruzar un puente de hermandad entre ambas realidades.



Estas imágenes se desprenden del más reciente videoclip de Arjona, titulado Puente y que se constituye como el primer sencillo del decimoquinto disco lanzado por el autor guatemalteco. El material se ha estrenado en los canales de música del continente americano y en portales de Internet alrededor del mundo. Esta es la antesala al estreno mundial del álbum Poquita Ropa, el cual está previsto para el martes 24 de agosto

Una mirada contrastante

La dirección de Puente estuvo a cargo del argentino Joaquín Cambre, quien ya había trabajado con Arjona para el video Sin ti, Sin mí. El argentino buscó en esta oportunidad componer una selección de imágenes que cuentan una misma historia pero con escenarios y realidades opuestas. Dos niños que, mientras uno vive en un hotel abandonado en la playa y el otro en un lujoso edificio, ambos comparten la soledad.

“Miami y La Habana son esos dos chicos que están metidos en su mundo y que sólo pueden salir cuando deciden ir al encuentro el uno del otro”, comenta Cambre. Las locaciones que dan vida al video para realizar el juego de oposiciones se encuentran en Argentina y México, pero también se incluyen imágenes de archivo de La Habana y Miami. La grabación del video que dura 8 minutos se desarrolló durante 2 días en los que se involucraron unos 70 niños de 5 a 13 años de edad.

Fuente: Siglo XXI